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jueves, 6 de septiembre de 2018

30 (¿años?) días, 30 canciones. Una canción que puedo tocar con algún instrumento.

Ya vuelvo por aquí para continuar con el reto de las canciones (quedan cuatro canciones... Realmente, creo que casi debería comenzarlo de nuevo y hacerlo del tirón, pero me da mucha pereza...).

Bueno, no es que toque muchos instrumentos, aprendí a tocar la flauta dulce en el colegio (como el 90% de la población, supongo), y soy capaz de poner unos cuantos acordes en la guitarra... Aunque debería retomarla de una vez en condiciones...

La cuestión es que iba a poner la primera canción que aprendí a tocar en la guitarra a la vez que la cantaba... O, mejor dicho, que mi primer novio me enseñó a tocar a la misma... Pero no me apetece (era "Mi plegaria" de César).

En vez de eso, prefiero dejar el "Bolero" de Ravel, que aún puedo tocarla a la flauta dulce aunque no tenga la partitura delante (de la primera parte, que es la única que aprendí en el colegio...). Y que es una maravilla, claro.

Aquí os la dejo:

jueves, 16 de agosto de 2018

"Eso no es lo tuyo".

No es que me hayan dicho esa frase muchas veces. Pero sí es una frase que yo he tendido a pensar en más de una ocasión.

"Cantar no es lo mío", "las manualidades no son lo mío", "trabajar con gente no es lo mío"...

Y sí, si cotilleáis este blog antes de que lo abandonara, hay fotos de cositas que hice, cuando me enganché con ganas al ganchillo (juego de palabras no intencionado...XD). Pero eso no tiene mérito, porque las "manualidades" de hilo y aguja sí que se me han dado bien desde que mi madre me enseñó cuando yo tenía 8 años o así... Sin embargo, las otras... Las que necesitaran de "mimo", de "delicadeza"... O simplemente, que requirieran pegamento, cola y tijeras... Eso... Eso no. Para eso siempre he sido una manazas.

Tanto así que, cuando daba Tecnología en el instituto, aunque prohibieron sacar los proyectos del recinto escolar, yo me los llevaba a escondidas para que mi padre me ayudara con ellos.

"Ayudar": Hacérmelos él, porque yo tenía dos manos izquierdas.

¿Tenía dos manos izquierdas?

No. No tenía la práctica, ni la paciencia, que es diferente. Hay gente que tiene una cierta facilidad para hacer lo que sea, en distintos campos... Hay gente que, sin necesidad de practicar, puede cantar Death Metal sin hacerse daño en la garganta, o, bueno, sin irnos a esos extremos, que entona sin desafinar en lo absoluto. Hay gente que, sin necesidad de tirar de la prueba y error, es capaz de hacer piruetas sobre unos patines. O bueno, con menos error que otras personas, dejémoslo ahí XD

Yo en esa época, aunque me gustaban las manualidades y envidiaba, no sabéis cuánto, a quienes eran capaces de dar forma con sus manos a algo hecho con porcelana, por ejemplo, no tenía la capacidad de concentración como para cortar una madera por la línea dibujada. Y no sólo eso, yo quería que me saliera bien sin más, sin practicar, sin tratar de pasar por esa "prueba y error". Y me frustraba. Y eso hacía que, por mucho que lo intentara, nunca le prestara toda la atención debida, porque, total, si ya sabía que me iba a salir mal...

Bien. No recuerdo si comenté por aquí que hace unos años empecé a recibir clases de manualidades, empezamos con el fieltro, que bueno, es hilo y aguja, ya dije que eso se me daba bien... Pero luego aprendí también a hacer flores de porcelana fría y de miga de pan, a reciclar cápsulas de Nespresso (de eso sí sé que hay alguna foto en este blog) y a manejar otros materiales de los que yo englobaba en la categoría "esto no es lo mío".

¿Y sabéis? Fue lo mío (¡ya os enseñaré por aquí fotitos de estas cosas!).

Igual que ahora es lo mío reciclar cajas de cartón para hacer organizadores para el armario. Y también es lo mío trabajar de cara al público. Y es lo mío cantar delante de algún centenar de personas (sólo en una ocasión, por ahora, pero habrá más).

Porque lo único que no es "lo nuestro" es aquello que no intentamos. ¡Besos!

Ejem...

Esto solía ser mi blog...

Y, después de tres años sin pasar por él, creo que es hora de volver a ello.

Porque sí. Porque me apetece. Porque bastante de mi mundo ha cambiado en los últimos tiempos y mi guarida ya no es tanto mi guarida, quizás. Porque en el último medio año me la han tirado abajo y han quemado las ruinas.

Toca volver a salir de ella a través de esta puerta.

También porque soy introvertida. Demasiado. Y estoy en una de esas etapas en que me cuesta incluso hablar con mi gente por Whatsapp. Así que tengo que forzarme a salir de mí misma, ¿y qué mejor que en mi ventana a otro mundo?

Como siempre, contaré un poco mi vida, hablaré de música, libros, recetas... Eso sí, quizás incorpore maquillaje también... Y, en fin, lo que se me pase por la cabeza. Como hacía hasta hace tres años.

Y, ¿quién sabe? Quizás acabe el reto de las canciones... XD

Bienvenidos de nuevo y tomad asiento. En nada traigo el té y las pastas. ¡Besos!


martes, 31 de marzo de 2015

Receta de kebab casero.

Creo que voy a iniciar una nueva sección en este blog, con las recetas que hago y que me gustan, sobre todo, las que hago no-tan-a-menudo, y que no quiero que se me olviden (porque ya me ha pasado en alguna ocasión, saber una receta que me sale bien, pero que he cambiado algún ingrediente o lo que sea con respecto a la receta original, y que se me olvide para la siguiente vez que quiero hacerla...).

Así que hoy inicio con uno de mis últimos descubrimientos culinarios: El kebab casero y sus correspondientes salsas, porque saqué ideas de un montón de sitios diferentes y no sería capaz de volver a encontrarlos todos.


Para el kebab:

Se pone aceite de oliva en un bol y se añade ras-al-hanout (si no se encuentra, es fácil hacer una mezcla de especias aproximada con pimienta, comino, jengibre, clavo, curry, comino, cardamomo... En fin, lo que se le quiera añadir), ajo y cebolla picados, perejil, hierbabuena...

Se corta la carne en tiras más bien finas y se pone a macerar en el bol. Mejor si se deja macerando toda la noche, aunque, en principio, con un par de horas de maceración ya haría el apaño.

Se precalienta el horno a 180-220 grados (yo lo pongo con calor arriba y abajo) y se ponen las tiras de carne en una fuente, o bien, sobre la misma bandeja del horno con papel de hornear, escurriendo el exceso de aceite. Se hornea hasta que la carne esté bien dorada.

Para la salsa blanca:

Se pone en un bol un yogur natural (griego preferentemente), y se pone la misma cantidad de mayonesa. Se añade bastante curry (hasta que el sabor del yogur y del curry queden equilibrados), cilantro, un diente de ajo machacado, hierbabuena y albahaca (estos dos últimos son opcionales). Hay quien le echa un poco de limón, pero yo creo que sin él está perfecta. Se mezcla muy, muy bien.

Para la salsa roja:

Se pone tomate triturado a calentar con un poco de bicarbonato o azúcar, o se pone tomate ya frito en un recipiente y se añade pimienta molida, orégano y comino. Se añade comino hasta que no se nota apenas el sabor del tomate. Se mezcla todo muy bien.

Ya simplemente falta servirlo en plato o en pan de pita o enrollado en tortillas de trigo o maíz, acompañado de ensalada, queso feta, patatas fritas... Lo que se quiera. La segunda vez que lo preparamos, F. se curró la masa e hicimos una pizza... De cualquier manera, está estupendo.

Si lo hacéis, ya me contaréis qué tal ¡Besos!!

viernes, 27 de marzo de 2015

San Patricio (con retraso, porque así soy yo).

Para mí el día de San Patricio ha sido especial desde hace unos 10 años, cuando empecé a juntarme con diversos amigos para celebrarlo. Ya lo pudísteis observar en esta entrada.

Aunque hace un par de años que no lo he celebrado en condiciones (el año pasado recuerdo que la Guinness me la tomé en casa, este año no ha habido siquiera Guinness...).

Este año, por el contrario, lo celebré después de clase, en la academia donde F. y yo estamos tratando de mejorar nuestro inglés (bueno, lo estamos consiguiendo, estamos preparando el Advanced y yo ya noto la mejoría, sobre todo en los listenings y en mi pronunciación, que es lo que más necesitaba mejorar), en la cual uno de los profesores es irlandés y nos intentó enseñar uno de los bailes típicos de allí.

En concreto, éste:


Creo que tuvo que ser gracioso verme en una de las pocas ocasiones que uso tacones finos bailando eso (¡y sin caerme!). En mi defensa diré que yo esperaba un plan más tranquilo.

Aún así, resultó divertido y tanto F. como yo lo disfrutamos.

Lo que sí hice, como en 2011 (de cuando es la entrada que he enlazado antes) fue "mimetizarme con el día" y, aunque sigo teniendo ese trébol de fieltro, decidí fabricarme otro broche con un material que estoy aprendiendo a utilizar últimamente: las cápsulas usadas del Nespresso. También decidí volver a pintarme las uñas a tono... Y sí, usé el mismo esmalte que en 2011, de los "demasiados" que tengo, es el que más me ha recordado a este día siempre (y eso que se supone que está inspirado en Berlín y no en Irlanda), aunque cambié el dibujo a un trébol de cuatro hojas que estampé en el pulgar y en el anular... Y menos mal que no me planteé hacerlo en todas las uñas, porque tuve que intentar un par de veces cada uno para que quedara presentable... En fin... XD


A ver si el próximo año ya vuelvo a celebrar este día un poco más como se merece... Por lo pronto, esta semana espero actualizar de nuevo con un par de cosas pendientes, aunque estos días voy a estar un poco más hasta arriba que de costumbre, pero lo intentaré :-D ¡Besos!

jueves, 19 de febrero de 2015

Mis últimas creaciones (parte 1).

Puede que no haya escrito mucho en el blog los últimos tiempos, pero lo que no he dejado de hacer es  crear... No sólo me he dedicado al ganchillo, sino que he aprendido a usar otros materiales, demostrándome a mí misma que no tengo unas manos tan torpes como creía (aunque eso lo veréis en las próximas entregas).

En esta entrada ya comenté que había terminado un bolero (sin mangas), del que nunca subí foto, así que empecemos por él:


También realicé una manta y un marcapáginas a punto de cruz para un regalo:


En el centenario de la mercería situada cerca de la Plaza Mayor Pontejos aproveché que organizaron diferentes talleres gratuitos para acudir al de encaje de bolillos, que es una técnica que siempre me ha llamado la atención, y aprendí tres de los dibujos básicos... Me tengo que fabricar un mundillo para poder estrenar los bolillos que me regaló una grandísima amiga mía y el libro que compré para iniciarme más en condiciones:


Y también me hice un broche de tres rosas como los que ya enseñé por aquí:


Para que la entrada no se haga muy larga, lo dejo aquí, ¡pero amenazo con volver! ¡Besos!

viernes, 2 de enero de 2015

Adiós 2014.

La verdad es quería haber escrito antes esta entrada para felicitar las fiestas y demás, pero ya se sabe que no siempre es posible aquello que se quiere.

Haciendo balance, 2014 ha sido un año bastante aceptable... Terminé la Uni, me independicé (aunque tuvimos que cambiar de casa a los tres meses... Sólo diré que Julio y Agosto no son buenos meses para ir a ver pisos, el vecino de al lado puede estar de vacaciones y no sabrás lo que te espera hasta que sea demasiado tarde - probablemente haya entrada sobre este tema más adelante -, aunque hemos mejorado infinitamente con el cambio en todos los sentidos), estoy mejorando mi nivel de inglés y he aprovechado para hacer y aprender muchas cosas a las que les tenía ganas.

Las únicas cosas malas de este año pasado fueron la muerte de Ónice (le sigo echando de menos... A ver si dentro de poco podemos adoptar...) y que no encontré trabajo... Bueno, sí, lo encontré, pero duré dos días, literalmente (se ve que no sirvo para la venta de tarjetas de crédito por teléfono, ¿qué se le va a hacer?).

En fin, ya que, después de un par de meses de caos, estamos otra vez completamente asentados, volveré con más asiduidad por aquí. Creo que, junto con encontrar un trabajo, va a ser mi único propósito para este año.

¡¡¡Feliz año nuevo!!! ¡Besos!