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lunes, 10 de marzo de 2014

Esto va a seguir sin ser costumbre...

Pero es que el sorteo de Subflava por los 4 millones de visitas a su blog es demasiado bueno como para dejarlo pasar…


Y es que las cosas que sortea son de marcas que me generan curiosidad, sobre todo Sleek (y esa edición limitada tiene una pinta estupenda…).

Pulsando en la imagen, os llevará a la entrada de su blog donde explica todo… Y, si os interesa, aún tenéis hasta el día 15 para participar!

Dentro de poco volveré, que tengo aún muchas cosas que contar (y que enseñaros, que en estos meses de silencio bloguero he hecho un montón de cositas nuevas que me hace ilusión mostrar por aquí). Besos!!

30 días, 30 canciones. Una canción que me hace reír.

¡¡¡¡Sí!!!! ¡¡¡¡En serio!!!! ¡¡¡¡Increíble pero cierto!!!!

¡¡¡¡POR FIN CONTINÚO EL RETO DE LAS CANCIONES!!!!

¡Un "¡Hurra!" para mí! (O un sillazo, también puede valer).

Lo más gracioso es que ésta ha sido una categoría fácil… Desde el momento en que me he acordado de la canción que voy a dejar por aquí.

Se trata de "Elefantes", de Álvaro Carmona, una muestra de genialidad.

Sin más, aquí os la dejo:


Aquí, como siempre, os dejo la letra, que no tiene desperdicio:

Un elefante se balanceaba
Sobre la tela de una araña
Como veía que no se caía
Fue a llamar a otro elefante

Cero elefantes se balanceaban
Sobre la tela de una araña
Ya que el elefante que se balanceaba anteriormente
Se había ido a avisar a un segundo

Dos elefantes, ahora sí, se balanceaban
Sobre la tela de una araña
Como veían que aquello resistía
Quisieron hacer partícipe de la experiencia a otro elefante

Los dos elefantes de antes y otro nuevo se balanceaban
Sobre la tela de una araña
Y como veían que a pesar de las 4 toneladas que pesa un elefante adulto no se caían
Querian ver hasta dónde aguantaba aquello

Dos elefantes se balanceaban
Mientras el tercero había ido a avisar a otro
Ya que habían hablado que era una tontería
Que fueran siempre todos a llamar al siguiente

4 elefantes, más de 15.000 kilos balanceándose
Desafiando las leyes de la física moderna
Como veían que no se caían
Fueron yendo llamando a más elefantes

Ya eran 83 los elefantes que se balanceaban
Sobre la tela de una araña
Iban a avisar a otro pero uno dijo: "¿Por qué seguimos llamando elefantes de uno en uno
Cuando es obvio esta de tela de araña lo aguanta todo?"

Un elefante mientras se balanceaba
Le dijo: "No tentemos a la suerte
Estamos de puta madre aquí todos juntos balanceándonos
Sería una pena cargarse la tela de araña por querer acelerar el proceso"

Un elefante llegó donde solía estar la manada
Y dijo: "¿Dónde coño está todo el mundo?"
A lo lejos vio mogollón de elefantes sobre una tela de araña
Y pensó: "No debería tomar tantas setas"

(Flashback)
Un araña tejía una tela araña
O como ellas las llaman simplemente tela
Y como veía que no se caía
No fue a llamar a nadie ya que es normal porque las arañas pesan muy poco

(Vuelta al presente)
520 elefantes se balanceaban
Y en la tela ya casi no había espacio
De hecho se oían frases como: "¿Eso que me estoy clavando
Es tu trompa o es que te alegras de verme?"

3000 elefantes se balanceaban
Cuando se rompió la tela de araña
Justo entonces la araña que la había tejido llegó y les dijo a los elefantes:
"¿Pero qué habéis hecho hijos de puta?"

miércoles, 5 de marzo de 2014

Cerrar capítulos.

¡Feliz año nuevo!

(Ya me vale, ya, lo sé).

Creo que hoy me apetece hacer un balance de lo que llevamos de 2014. Lo sé, acabamos de comenzar el tercer mes del año pero, sin embargo, ya ha sido tiempo suficiente para que yo cerrara capítulos pendientes en mi vida.

(Porque no, el título del post no significa que vaya a cerrar el blog, ni mucho menos).

El caso es que, por fin (¡POR FIN!) conseguí terminar mi segunda Licenciatura, después de que terminara la primera en Junio del año pasado.

El segundo capítulo es diferente.

Estoy convencida de que todos en nuestra vida tenemos al menos una persona que nos ha calado hondo. Que tiene una personalidad tan atrayente/atractiva/lo-que-sea que, incluso, en ocasiones ha llegado a anularnos. Que mientras está, consigue que estemos pendientes de ella, intentando cumplir todos sus deseos. Que aún cuando deja de estar (destrozándonos) hace que nos sigamos preguntando cosas. Que cuando vuelve a aparecer consigue vencer nuestras barreras y volver a tenernos a su merced (aunque seamos conscientes de lo que está haciendo) y que empecemos, incluso, a plantearnos nuestro presente, aunque no queramos cambiar nada de él. Bueno, a lo mejor no todos tenéis una persona así en vuestra vida y es que yo soy idiota, que es más que probable.

El tema es que yo tenía una persona así en mi vida. Y, después de casi una década, ha sido cuando he podido ponerle límites. Conseguí completar el puzzle y obtuve los argumentos que me faltaban para, por fin (¡POR FIN!) romper ese ¿hechizo? que tenía sobre mí… O, simplemente, ya la realidad me dio el golpe que me faltaba para devolverme la cordura. O algo.

Se acabaron las preguntas, y los "¿Y si…?" y los "¿Qué hubiera pasado si…?" y los "¿Qué pasaría si…?".

Por fin cerré ese capítulo, cuyo final había dejado en blanco mientras escribía los siguientes. Por fin puedo decir lo mismo que Jennifer Connelly a David Bowie en "Dentro del laberinto":

¡No tienes poder sobre mí!

Y llevo unos días con un sentimiento de liberación muy, muy grande. En serio, si tenéis una persona así en vuestra vida, alguien que no aporta nada (aunque pensemos que sí), alguien que sólo se preocupa por sí mismo sin tener en cuenta lo más mínimo a los demás, alguien que (con tal de tenernos ahí) no le importa recurrir a las mentiras que sean necesarias, os recomiendo encarecidamente que dejéis que el cerebro haga su trabajo sin que los sentimientos se interpongan, apoyándoos en la gente que realmente os quiere.

Y, de paso, que hagáis como yo y escuchéis esta canción a todo volumen mientras pegáis saltos en vuestro cuarto. Os dejo con "La nube" de Sôber:



Aquí os dejo, como siempre, la letra:

Quiero hablar sin el pudor,
quiero huir sin tener que advertir,
quiero ver al sol caer
desde lo más alto de mi balcón.

Ahora es tiempo de andar sobre mis pies,
que tantas veces tú hiciste por mí,
ya no dejaré que puedas malmeterte
en mi vida.

No me pidas más que entienda tu realidad,
hoy terminan días de soledad.
Salte de mi vida, no finjas pasarlo mal,
sólo es tu teatro que va a empezar.

La nube marchó dejando ver el Sol
al que le juré todo mi amor;
mi voz floreció, llenando de color
un invierno gris que ya pasó.

Veo al fin con claridad
lo que fue nuestra única verdad:
marioneta sin rechistar
por miedo a decirte "nunca más".

Y es posible que pueda recordar
algún instante de paz y bondad,
pero nada me puede hacer cambiar
mi decisión.

No me pidas más que entienda tu realidad,
hoy terminan días de soledad.
Salte de mi vida, no finjas pasarlo mal,
sólo es tu teatro que va a empezar.

La nube marchó dejando ver el Sol
al que le juré todo mi amor;
mi voz floreció, llenando de color
un invierno gris que ya pasó.

No volverá.

La nube marchó dejando ver el Sol
al que le juré todo mi amor;
mi voz floreció, llenando de color
un invierno gris que ya pasó.

Que ya pasó, soñaré
que ya pasó, soñaré.